Las batallas de naves espaciales son, sin duda alguna, uno de los pilares fundamentales de Star Wars. Precisamente por ello, nos cuesta entender que hayamos tenido que esperar la friolera de 17 años para poder volver a disfrutar de un videojuego de esta saga centrado única y exclusivamente en los enfrentamientos entre cazas. Sí, hemos podido pilotar naves en multitud de títulos recientes, pero nunca han sido el eje central y siempre acababan relegadas a ser un simple añadido accesorio dentro de un conjunto más grande.
Videoanálisis
Por suerte, esta inexplicable sequía que llevamos sufriendo desde el mítico Star Wars Rogue Squadron III: Rebel Strike de GameCube (y si nos ponemos puntillosos, podríamos irnos a Star Wars Rogue Squadron II: Rogue Leader, ya que la tercera entrega incluía secciones a pie y otro tipo de vehículos) acabará este mismo viernes cuando Star Wars: Squadrons, la gran apuesta de EA para contentar este año a los fans de la saga galáctica de George Lucas, se ponga finalmente a la venta en PS4, Xbox One y PC.
Esto, que ya de por sí es una fantástica noticia, es todavía mejor cuando, al poco de ponernos a los mandos, nos damos cuenta del mimo y cuidado que EA Motive ha puesto en hacer de él un juego a la altura de la licencia para transportarnos como nunca antes se había hecho al interior de las cabinas de algunas de las naves más icónicas y míticas de la historia del cine y el mundo del entretenimiento en general.
Una guerra galáctica
Así pues, nos encontramos ante un juego de acción a bordo de cazas espaciales que apuesta por un enfoque más cercano a lo que podríamos esperar de un simulador que de un título arcade.
Con esto no queremos decir que no sea un juego accesible, pero sí que cuenta con un sistema de control mucho más profundo de lo habitual que nos obligará a estar pendientes a mil cosas y a invertir numerosas horas de práctica para dominarlo por completo y movernos por el espacio como si la propia Fuerza nos guiase.
Para salir airosos de las misiones y las batallas que nos esperan deberemos controlar la velocidad de nuestra nave y su dirección, redirigir en tiempo real la energía de los cazas a sus diferentes sistemas para potenciar su maniobrabilidad, su potencia de fuego o la protección de sus escudos, aprender a apuntar y a usar las diferentes armas de las que disponemos, fijar blancos y leer correctamente todos los indicadores y las herramientas de las que disponemos en nuestra cabina para así tener controlado todo lo que ocurre durante los enfrentamientos.
Como veis, esto va mucho más allá de simplemente volar, esquivar y disparar, y si queremos pillarle la cola a nuestros rivales y evitar todo lo que nos lancen vamos a tener que hacer auténticas acrobacias y peripecias dignas de los mejores pilotos de la serie. Por suerte, los controles funcionan de maravilla y difícilmente podrían resultar más satisfactorios, lo que se acaba traduciendo en unas batallas divertidísimas, intensas como pocas y tremendamente fieles al material original que dependen única y exclusivamente de nuestra habilidad y pericia, así como de nuestra capacidad para jugar en equipo.
Gran parte de la culpa de todo esto la tiene también el gigantesco esfuerzo que se ha invertido en diferenciar cada una de las ocho naves que podemos pilotar (cuatro por facción) para que se sientan únicas, añadiendo una capa extra de profundidad que nos ha encantado, obligándonos a aprendernos muy bien sus puntos fuertes y débiles, así como sus peculiaridades exclusivas.
Por ejemplo, los Ala-X cuentan con escudos que podemos redirigir hacia la parte frontal o trasera del vehículo para potenciar nuestras defensas en dichas zonas, mientras que un Caza TIE suple su falta de protección con la posibilidad de desviar toda la energía de su nave hacia los motores o los turboláser, pudiendo de este modo alcanzar velocidades de vértigo y aumentar su potencia de fuego de forma más que considerable.
Sumadle que cada nave cuenta con sus propias estadísticas, físicas, piezas exclusivas y armas únicas que podemos intercambiar para ajustarlas a nuestros gustos y preferencias, y os haréis una idea de la enorme cantidad de posibilidades que ofrece el juego a la hora de diseñar nuestras estrategias de combate y del tiempo que vais a tener que invertir para dominar por completo su propuesta jugable.
Luchar en Squadrons es, sin duda alguna, una de las experiencias más espectaculares, satisfactorias y divertidas que hemos tenido nunca con un juego de Star Wars y nos cuesta muchísimo ponerle pega alguna, ya que una vez te montas en la cabina consigues olvidarte del mundo que te rodea para sumergirte por completo en esta galaxia tan lejana y que tantas alegrías nos ha dado a lo largo de los años, algo de lo que muy pocos pueden presumir.
La eterna lucha entre el Imperio y la Nueva República
En cuanto a sus modos de juego, os alegrará saber que incluye una campaña para un jugador que nos llevará a vivir una historia totalmente inédita que se ambienta justo tras la Batalla de Endor, cuando la Nueva República estaba todavía organizándose y los restos del Imperio Galáctico intentaban retomar el control tras su aciaga derrota. Su guion no es nada del otro mundo y se centra en el conflicto que surge entre dos escuadrones de pilotos en torno a la creación de una nueva arma, pero se hace muy entretenido, tiene buen ritmo y los personajes están genialmente definidos y tienen carisma.
Un detalle interesante es que la narrativa va saltando de un bando a otro, así que, dependiendo de la misión que nos toque en cada momento, jugaremos en el bando rebelde o en el imperial, permitiéndonos ver las dos caras de la moneda y probar todos los tipos de naves del juego. De hecho, esta campaña no deja de ser una especie de gigantesco tutorial con el que aprenderemos a jugar y a desenvolvernos antes de dar el salto al multijugador online, y cada nivel nos introducirá alguna mecánica nueva, un vehículo diferente o más armas con las que experimentar, por lo que os recomendamos que juguéis el Modo Historia antes de introduciros en ninguna otra modalidad.
A pesar de su naturaleza, no os penséis que se ha descuidado o que os va a resultar fácil, ya que sus misiones son muy variadas, intensas y emocionantes, y nos obligarán a cumplir todo tipo de objetivos, como destruir un destructor imperial, pilotar con habilidad por el interior de una nave que está explotando, escoltar un crucero o usar núcleos de energía como si fuesen minas para tender una trampa al enemigo y derribar su flota antes de que tenga tiempo de escapar, por mencionar unos pocos ejemplos.
Además, existen cuatro niveles de dificultad distintos que suponen un desafío a partir del segundo y cada fase tiene varios objetivos y retos opcionales para desbloquear que les dan un toque rejugable muy interesante que encantará a los jugadores más completistas y perfeccionistas. En total, completar la campaña por primera vez es algo que nos llevará unas ocho horas, una cifra que más que aceptable y que se amolda muy bien a su propuesta.
Los ases de la galaxia
A pesar de lo mucho que hemos disfrutado su Modo Historia, la auténtica razón de ser de este juego la tenemos en su multijugador online, el campo de pruebas definitivo para cualquier piloto que aspire a la gloria en batallas por equipos de cinco contra cinco. En esencia, únicamente tenemos dos modos: Refriega y Batalla de Flotas. Las refriegas son el clásico duelo a muerte por equipos, por lo que únicamente deberemos centrarnos en derribar rivales para sumar puntos, mientras que en Batalla de Flotas nuestro objetivo será derribar la nave insignia del equipo contrario.
Cuando juguemos una partida de este tipo, tendremos que ayudar a que la barra de moral se decante a nuestro favor, algo que conseguiremos derribando adversarios y sus naves de ataque. Si lo conseguimos, aparecerá una corbeta aliada y podremos pasar a atacar a los dos vehículos que suponen la primera línea de defensa del enemigo, obligando a que nuestros contrincantes se replieguen y adopten una posición defensiva hasta conseguir llevar el medidor de moral a su terreno para invertir los papeles. Una vez superamos esto, ya solo nos quedará atacar con todo a la nave insignia del equipo contrario, algo que nos requerirá apuntar a sus diferentes sistemas principales para debilitarla, desactivar sus escudos y reducir su potencia de fuego, entre otras cosas.
Como podréis intuir, esta modalidad es, a efectos prácticos, el modo principal del título y el único que cuenta para nuestra clasificación online, ya que son enfrentamientos muy tácticos en los que jugar en equipo y comunicarse activamente con nuestro escuadrón son requisitos prácticamente imprescindibles. En general, es un modo que tiene cuerda para rato y que resulta divertidísimo, con batallas siempre cambiantes, espectaculares dogfights y momentos realmente épicos y dignos de las películas, especialmente cuando los diez jugadores de la partida saben a lo que están jugando, se coordinan y se centran en cumplir los objetivos.
Por desgracia, esto es todo. Sí, podemos jugar partidas cooperativas contra bots o calentar en el Modo Práctica, pero a nivel de contenidos su oferta se nos hace algo escasa, especialmente si tenemos en cuenta que tan solo hay seis mapas distintos, que no existen salas de partidas privadas y que no hay planes de ampliar el juego en un futuro con más modos, naves o campos de batalla. Y aunque esto no sea un defecto como tal, no hemos podido evitar echar de menos tener la posibilidad de combatir en diferentes épocas de la saga para poder pilotar más tipos de cazas.
Al menos, las buenas noticias son que cuenta con juego cruzado entre todas las plataformas y que no hay micropagos de ninguna clase, por lo que todo lo desbloquearemos jugando y subiendo de nivel con la experiencia que acumulemos tras cada partida, lo que nos abrirá las puertas para obtener nuevas armas y componentes con los que configurar y personalizar nuestras naves para adaptarlas a nuestro estilo de juego. Además, de este modo y cumpliendo los retos diarios también conseguiremos un tipo de moneda especial que nos servirá para adquirir todo tipo de elementos estéticos para nuestro piloto y para el interior y el exterior de los vehículos.
La Fuerza es intensa en la realidad virtual
Pero si hay algo que hace que Star Wars: Squadrons sea un juego muy especial es, sin duda, su compatibilidad con la realidad virtual en PC y PS4. Ponerse el casco y verse, a nivel físico, en el interior de una cabina de estas naves es una sensación indescriptible y brutalmente inmersiva capaz de poner los pelos de punta a cualquier fan, especialmente cuando comienza la acción y nos damos cuenta de que podemos mover la cabeza para mirar por los laterales o fijar la vista en alguna de las herramientas de las que disponemos.
Es algo que hay que vivir y toda una muestra del gigantesco potencial que tiene esta tecnología para elevar nuestras experiencias con los videojuegos. Tanto es así que os podemos asegurar que si probáis el juego de este modo os va a costar muchísimo volver a jugarlo en el televisor. Para nosotros, al menos, disfrutarlo en VR es algo prácticamente imprescindible y que no os podemos recomendar lo suficiente, y si encima tenéis un stick de vuelo, podréis disfrutar de la experiencia definitiva para sentiros como auténticos pilotos de cazas espaciales a un nivel que ningún título de la licencia había conseguido antes. Lo dicho, una pasada.
Puro espectáculo Star Wars
En lo visual tampoco decepciona lo más mínimo gracias a un apartado técnico y artístico fantástico. Los modelados de las naves (mucho ojo a los interiores de las cabinas, el nivel de detalle que tienen es apabullante), los escenarios, los efectos, las texturas, el uso que hace de la iluminación… Todo está a un gran nivel y luce de fábula, captando a la perfección todo el espectáculo habitual de la saga. Quizá, lo que menos nos ha convencido en este sentido han sido los personajes que podemos crearnos, cuyas caras dejan mucho que desear, pero es algo que solo veremos en el menú principal, así que tampoco nos llegarán a molestar.
Finalmente y como no podía ser de otro modo en un juego de Star Wars, el sonido nos regala una banda sonora apabullante que recoge muchos de los temas de las películas junto a otros nuevos que replican a la perfección el estilo musical de la serie. Los efectos también son increíbles y si tenéis un buen equipo de sonido o auriculares 7.1 vais a sentir cada disparo que os roce y cada impacto que acertéis. El doblaje, por su parte, nos llega en español y está a un nivel sobresaliente, con actores profesionales muy bien escogidos y unas interpretaciones a la altura de la licencia.Venir de Tragamonedas Gratis Online
Conclusiones
Star Wars: Squadrons es un juego que nos ha gustado mucho y que nos ha sumergido como nunca antes en el universo de George Lucas gracias a su compatibilidad con la realidad virtual. Quizá se haya quedado un poco corto en lo que a contenidos se refiere, pero EA Motive ha dado en el clavo a la hora de diseñar unas batallas exigentes, intensas y tremendamente satisfactorias de las que cuesta cansarse, recreando a la perfección la sensación de pilotar estas legendarias naves. Si os apasiona la licencia y echabais de menos sentiros como auténticos pilotos de cazas espaciales, aquí tenéis una compra muy recomendable que no deberíais dejar escapar.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 Pro con un código facilitado Electronic Arts. También hemos probado el juego con PlayStation VR.